martes, 7 de junio de 2016

Blanca Nieves Cuento

Un día de invierno la Reina miraba cómo caían los copos de nieve mientras cosía. Le cautivaron de tal forma que se despistó y se pinchó en un dedo dejando caer tres gotas de la sangre más roja sobre la nieve. En ese momento pensó:

- Cómo desearía tener una hija así, blanca como la nieve, sonrosada como la sangre y de cabellos negros como el ébano.

Al cabo de un tiempo su deseo se cumplió y dio a luz a una niña bellísima, blanca como la nieve, sonrosada como la sangre y con los cabellos como el ébano. De nombre le pusieron Blancanieves, aunque su nacimiento supuso la muerte de su madre. 

Pasados los años el rey viudo decidió casarse con otra mujer. Una mujer tan bella como envidiosa y orgullosa. Tenía ésta un espejo mágico al que cada día preguntaba:

- Espejito espejito, contestadme a una cosa ¿no soy yo la más hermosa?

Y el espejo siempre contestaba:

- Sí, mi Reina. Vos sois la más hermosa.

Pero el día en que Blancanieves cumplió siete años el espejo cambió su respuesta:

- No, mi Reina. La más hermosa es ahora Blancanieves.

Al oír esto la Reina montó en cólera. La envidia la comía por dentro y tal era el odio que sentía por ella que acabó por ordenar a un cazador que la llevara al bosque, la matara y volviese con su corazón para saber que había cumplido con sus órdenes.

Pero una vez en el bosque el cazador miró a la joven y dulce Blancanieves y no fue capaz de hacerlo. En su lugar, mató a un pequeño jabalí que pasaba por allí para poder entregar su corazón a la Reina. 

Blancanieves se quedó entonces sola en el bosque, asustada y sin saber dónde ir. Comenzó a correr hasta que cayó la noche. Entonces vio luz en una casita y entró en ella.

Era una casita particular. Todo era muy pequeño allí. En la mesa había colocados siete platitos, siete tenedores, siete cucharas, siete cuchillos y siete vasitos. Blancanieves estaba tan hambrienta que probó un bocado de cada plato y se sentó como pudo en una de las sillitas. 

Estaba tan agotada que le entró sueño, entonces encontró una habitación con siete camitas y se acurrucó en una de ellas. 

Bien entrada la noche regresaron los enanitos de la mina, donde trabajaban excavando piedras preciosas. Al llegar se dieron cuenta rápidamente de que alguien había estado allí.

- ¡Alguien ha comido de mi plato!, dijo el primero
- ¡Alguien ha usado mi tenedor!, dijo el segundo
- ¡Alguien ha bebido de mi vaso!, dijo el tercero
- ¡Alguien ha cortado con mi cuchillo!, dijo el cuarto
- ¡Alguien se ha limpiado con mi servilleta!, dijo el quinto
- ¡Alguien ha comido de mi pan!, dijo el sexto
- ¡Alguien se ha sentado en mi silla!, dijo el séptimo

Cuando entraron en la habitación desvelaron el misterio sobre lo ocurrido y se quedaron con la boca abierta al ver a una muchacha tan bella. Tanto les gustó que decidieron dejar que durmiera.

Al día siguiente Blancanieves les contó a los enanitos la historia de cómo había llegado hasta allí. Los enanitos sintieron mucha lástima por ella y le ofrecieron quedarse en su casa. Pero eso sí, le advirtieron de que tuviera mucho cuidado y no abriese la puerta a nadie cuando ellos no estuvieran.

La madrastra mientras tanto, convencida de que Blancanieves estaba muerta, se puso ante su espejo y volvió a preguntarle:

- Espejito espejito, contestadme a una cosa ¿no soy yo la más hermosa?
- Mi Reina, vos sois una estrella pero siento deciros que Blancanieves, sigue siendo la más bella. 

La reina se puso furiosa y utilizó sus poderes para saber dónde se escondía la muchacha. Cuando supo que se encontraba en casa de los enanitos, preparó una manzana envenenada, se vistió de campesina y se encaminó hacia montaña.

Cuando llegó llamó a la puerta. Blancanieves se asomó por la ventana y contestó:

- No puedo abrir a nadie, me lo han prohibido los enanitos.
- No temas hija mía, sólo vengo a traerte manzanas. Tengo muchas y no sé qué hacer con ellas. Te dejaré aquí una, por si te apetece más tarde. 

Blancanieves se fió de ella, mordió la manzana y… cayó al suelo de repente.

La malvada Reina que la vio, se marchó riéndose por haberse salido con la suya. Sólo deseaba llegar a palacio y preguntar a su espejo mágico quién era la más bella ahora. 

Blancanieves
- Espejito espejito, contestadme a una cosa ¿no soy yo la más hermosa?
- Sí, mi Reina. De nuevo vos sois la más hermosa.

Cuando los enanitos llegaron a casa y se la encontraron muerta en el suelo a Blancanieves trataron de ver si aún podían hacer algo, pero todos sus esfuerzos fueron en vano. Blancanieves estaba muerta. 

De modo que puesto que no podían hacer otra cosa, mandaron fabricar una caja de cristal, la colocaron en ella y la llevaron hasta la cumpre de la montaña donde estuvieron velándola por mucho tiempo. Junto a ellos se unieron muchos animales del bosque que lloraban la pérdida de la muchacha. Pero un día apareció por allí un príncipe que al verla, se enamoró de inmediato de ella, y le preguntó a los enanitos si podía llevársela con él. 

A los enanitos no les convencía la idea, pero el príncipe prometió cuidarla y venerarla, así que accedieron. 

Cuando los hombres del príncipe transportaban a Blancanieves tropezaron con una piedra y del golpe, salió disparado el bocado de manzana envenenada de la garganta de Blancanieves. En ese momento, Blancanieves abrió los ojos de nuevo. 

- ¿Dónde estoy? ¿Qué ha pasado?, preguntó desorientada Blancanieves
- Tranquila, estáis sana y salva por fin y me habéis hecho con eso el hombre más afortunado del mundo.

Blancanieves y el Príncipe se convirtieron en marido y mujer y vivieron felices en su castillo.

Resumen Sinsajo

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Todo empieza cuando Katniss Everdeen logra salir del tercer "Vasallaje de los veinticinco", los septuagésimo quintos Juegos del Hambre. Ella empieza con un recorrido al distrito 12, su antiguo hogar el cual ha sido bombardeado por el Capitolio como venganza por haber escapado de la arena de los últimos juegos, mientras Peeta Mellark, es capturado por el Capitolio. Katniss ha sido protegida y, en cierto modo sometida por el Distrito 13, el cual ella creía que había sido destruido hace muchos años. El Distrito 13 está preparando un ataque contra el Capitolio, y necesitan a una persona que anime a los demás distritos a levantarse contra el Capitolio. Necesitan a Katniss, "El Sinsajo".
Después de su rescate por los rebeldes del Distrito 13, Katniss está convencida de convertirse en "El Sinsajo": un símbolo de la rebelión contra el Capitolio. Como parte de un acuerdo, se exige que el líder del Distrito 13, La Presidenta Coin, otorgue inmunidad a todos los vencedores de los Juegos del Hambre que fueron capturados por el capitolio. También exige el derecho a matar al Presidente Snow por sí misma. En un audaz rescate de Gale y otros rebeldes, Peeta y otros previamente capturados son rescatados desde el Capitolio. Sin embargo, Peeta ha sido "secuestrado", un método de tortura el cual consiste en lavarte el cerebro con veneno de rastrevíspulas, para creer que Katniss es el enemigo, y trata de.
Los rebeldes, como Katniss, toman el control de los Distritos y, finalmente, comienzan un asalto en el propio Capitolio. Sin embargo, un asalto a un "seguro" barrio del Capitolio va mal y Katniss y su equipo deben de huir atravesando lugares peligrosos por el Capitolio con la intención de encontrar y matar al Presidente Snow. Muchos miembros del equipo de Katniss son asesinados, incluyendo Finnick Odair. Con el tiempo, Katniss se encuentra presionada solo hacia la mansión de Snow. Después, unos paracaídas caen desde un aerodeslizador del Capitolio con alimento y medicina para los niños, pero contenían bombas, y las bombas colocadas en los paquetes matan a muchos de estos niños y a un equipo médico rebelde, tratando de rescatarlos de una muerte segura, incluida la hermana de Katniss, Prim.
El presidente Snow es juzgado y declarado culpable, pero él le dice a Katniss que el asalto final que mató a Prim fue ordenado por la Presidenta Coin, no el Capitolio. Katniss se da cuenta de que si esto es cierto, el atentado pudo haber sido el resultado de un plan desarrollado originalmente por su amigo más cercano, Gale, y Beetee, un vencedor de Juegos pasados el cual es el encargado de realizar armas para el Distrito 13. Katniss da cuenta de que nunca será capaz de mirar a Gale de la misma manera, independientemente de si estaba o no directamente involucrado en la muerte de Prim. Katniss recuerda una conversación con el Presidente Snow en el que se comprometió a no mentirse unos a otros, y por lo tanto, se convence más de que Snow no miente y que probablemente el atentado que había matado a su hermana había sido dirigido por el Distrito 13. Cuando se supone que se prepara para ejecutar a Snow, se da cuenta de que estaba diciendo la verdad y mata a la presidenta Coin en su lugar, clavándole la flecha que iba dirigida a Snow. Un alboroto sobreviene y Snow es encontrado muerto pues, posiblemente, se atragantó con su propia sangre o ha sido pisoteado por la multitud. Paylor, una líder rebelde se convierte en la nueva presidente de Panem. Katniss es absuelta debido a su aparente locura y vuelve a su casa en el Distrito 12, junto con otros que están tratando de reconstruir el distrito el cual se encuentra en cenizas. Peeta regresa poco después tras haber recuperado gran parte de su memoria. Por último, Katniss admite que enamorarse de Peeta era inevitable, ya que siempre ha representado para ella la promesa de un futuro mejor, en vez de la destrucción que ahora se asocia con Gale. Ella dice que no necesita el fuego y odio de Gale, pues ella ya tenía suficiente con lo que había vivido, y que necesita a Peeta, que simbolizaba la esperanza que ella necesitaba para sobrevivir. Junto con Haymitch, Peeta y Katniss crean un libro lleno de buenos recuerdos y de personajes que fueron asesinados a lo largo de la guerra, los cuales no deberán de ser olvidados.
En el epílogo, Katniss habla como un adulto, más de veinte años después. Katniss mantiene una relación amorosa con Peeta y tienen dos hijos juntos. Los Juegos del Hambre han terminado y las arenas han sido destruidas, pero ella teme el día en que sus hijos aprendan los detalles de la participación de sus padres, tanto en los Juegos como en la guerra. Peeta y Katniss a veces tienen recuerdos y pesadillas de las experiencias vividas en los Juegos a veces. Cuando se siente angustiada, Katniss se recuerda a sí misma de todo el bien en la que está rodeada, ella lo ve como un juego angustioso, pero pese a todo, se recuerda a si misma que siempre puede haber juegos peores.

Caperucita Roja

Había una vez una dulce niña que quería mucho a su madre y a su abuela. Les ayudaba en todo lo que podía y como era tan buena el día de su cumpleaños su abuela le regaló una caperuza roja. Como le gustaba tanto e iba con ella a todas partes, pronto todos empezaron a llamarla Caperucita roja.

Un día la abuela de Caperucita, que vivía en el bosque, enfermó y la madre de Caperucita le pidió que le llevara una cesta con una torta y un tarro de mantequilla. Caperucita aceptó encantada.

- Ten mucho cuidado Caperucita, y no te entretengas en el bosque.
- ¡Sí mamá!

La niña caminaba tranquilamente por el bosque cuando el lobo la vio y se acercó a ella. 

- ¿Dónde vas Caperucita?
- A casa de mi abuelita a llevarle esta cesta con una torta y mantequilla.
- Yo también quería ir a verla…. así que, ¿por qué no hacemos una carrera? Tú ve por ese camino de aquí que yo iré por este otro.
- ¡Vale!

El lobo mandó a Caperucita por el camino más largo y llegó antes que ella a casa de la abuelita. De modo que se hizo pasar por la pequeña y llamó a la puerta. Aunque lo que no sabía es que un cazador lo había visto llegar.

- ¿Quién es?, contestó la abuelita
- Soy yo, Caperucita - dijo el lobo
- Que bien hija mía. Pasa, pasa

El lobo entró, se abalanzó sobre la abuelita y se la comió de un bocado. Se puso su camisón y se metió en la cama a esperar a que llegara Caperucita.

La pequeña se entretuvo en el bosque cogiendo avellanas y flores y por eso tardó en llegar un poco más. Al llegar llamó a la puerta.

- ¿Quién es?, contestó el lobo tratando de afinar su voz
- Soy yo, Caperucita. Te traigo una torta y un tarrito de mantequilla.
- Qué bien hija mía. Pasa, pasa

Cuando Caperucita entró encontró diferente a la abuelita, aunque no supo bien porqué. 

- ¡Abuelita, qué ojos más grandes tienes!
- Sí, son para verte mejor hija mía
- ¡Abuelita, qué orejas tan grandes tienes!
- Claro, son para oírte mejor…
- Pero abuelita, ¡qué dientes más grandes tienes!
- ¡¡Son para comerte mejor!!

En cuanto dijo esto el lobo se lanzó sobre Caperucita y se la comió también. Su estómago estaba tan lleno que el lobo se quedó dormido.

ECaperucita rojan ese momento el cazador que lo había visto entrar en la casa de la abuelita comenzó a preocuparse. Había pasado mucho rato y tratándose de un lobo…¡Dios sabía que podía haber pasado! De modo que entró dentro de la casa. Cuando llegó allí y vio al lobo con la panza hinchada se imaginó lo ocurrido, así que cogió su cuchillo y abrió la tripa del animal para sacar a Caperucita y su abuelita. 

- Hay que darle un buen castigo a este lobo, pensó el cazador.

De modo que le llenó la tripa de piedras y se la volvió a coser. Cuando el lobo despertó de su siesta tenía mucha sed y al acercarse al río, ¡zas! se cayó dentro y se ahogó. 

Caperucita volvió a ver a su madre y su abuelita y desde entonces prometió hacer siempre caso a lo que le dijera su madre.

La Bella Durmiente

Érase una vez un rey y una reina que aunque vivían felices en su castillo ansiaban día tras día tener un hijo. Un día, estaba la Reina bañándose en el río cuando una rana que oyó sus plegarias le dijo.

- Mi Reina, muy pronto veréis cumplido vuestro deseo. En menos de un año daréis a luz a una niña.

Al cabo de un año se cumplió el pronóstico y la Reina dió a luz a una bella princesita. Ella y su marido, el Rey, estaban tan contentos que quisieron celebrar una gran fiesta en honor a su primogénita. A ella acudió todo el Reino, incluidas las hadas, a quien el Rey quiso invitar expresamente para que otorgaran nobles virtudes a su hija. Pero sucedió que las hadas del reino eran trece, y el Rey tenía sólo doce platos de oro, por lo que tuvo que dejar de invitar a una de ellas. Pero el soberano no le dio importancia a este hecho.

Al terminar el banquete cada hada regaló un don a la princesita. La primera le otorgó virtud; la segunda, belleza; la tercera, riqueza.. Pero cuando ya sólo quedaba la última hada por otorgar su virtud, apareció muy enfadada el hada que no había sido invitada y dijo:

- Cuando la princesa cumpla quince años se pinchará con el huso de una rueca y morirá.

Todos los invitados se quedaron con la boca abierta, asustados, sin saber qué decir o qué hacer. Todavía quedaba un hada, pero no tenía poder suficiente para anular el encantamiento, así que hizo lo que pudo para aplacar la condena:

- No morirá, sino que se quedará dormida durante cien años.

Tras el incidente, el Rey mandó quemar todos los husos del reino creyendo que así evitaría que se cumpliera el encantamiento. 

La princesa creció y en ella florecieron todos sus dones. Era hermosa, humilde, inteligente… una princesa de la que todo el que la veía quedaba prendado.

Llegó el día marcado: el décimo quinto cumpleaños de la princesa, y coincidió que el Rey y la Reina estaban fuera de Palacio, por lo que la princesa aprovechó para dar una vuelta por el castillo. Llegó a la torre y se encontró con una vieja que hilaba lino. 

- ¿Qué es eso que da vueltas? - dijo la muchacha señalando al huso.

Pero acercó su dedo un poco más y apenas lo rozó el encantamiento surtió efecto y la princesa cayó profundamente dormida.

El sueño se fue extendiendo por la corte y todo el mundo que vivía dentro de las paredes de palacio comenzó a quedarse dormido inexplicablemente. El Rey y la Reina, las sirvientas, el cocinero, los caballos, los perros… hasta el fuego de la cocina se quedó dormido. Pero mientras en el interior el sueño se apoderaba de todo, en el exterior un seto de rosales silvestres comenzó a crecer y acabó por rodear el castillo hasta llegar a cubrirlo por completo. Por eso la princesa empezó a ser conocida como Rosa Silvestre. 

La bella durmienteCon el paso de los años fueron muchos los intrépidos caballeros que creyeron que podrían cruzar el rosal y acceder al castillo, pero se equivocaban porque era imposible atravesarlo. 

Un día llegó el hijo de un rey, y se dispuso a intentarlo una vez más. Pero como el encantamiento estaba a punto de romperse porque ya casi habían transcurrido los cien años, esta vez el rosal se abrió ante sí, dejándole acceder a su interior. Recorrió el palacio hasta llegar a la princesa y se quedó hechizado al verla. Se acercó a ella y apenas la besó la princesa abrió los ojos tras su largo letargo. Con ella fueron despertando también poco a poco todas las personas de palacio y también los animales y el reino recuperó su esplendor y alegría.

En aquel ambiente de alegría tuvo lugar la boda entre el príncipe y la princesa y éstos fueron felices para siempre.

domingo, 5 de junio de 2016

Resumen Medea

RESUMEN DE LA TRAGEDIA ,MEDEA DE EURÍPIDES

Antecedentes del mito de Medea

Por orden del rey Pelías, Jasón reúne una tripulación de héroes para ir a buscar el vellocino de oro a
La Cólquida, país muy alejado de Grecia. En un viaje lleno de aventuras y peligros, los Argonautas
(es decir, la tripulación de héroes de la expedición), llegan a su destino. Allí, Jasón debe superar
unas pruebas de valor que le impone el rey de la Cólquida, Eetes. Pero a Jasón lo ayuda a estas
pruebas y a robar el vellocino de oro la hija de Eetes, Medea, que se ha enamorado de él. Jasón
huye de La Cólquida acompañado de Medea y, una vez en Grecia, se casa con Medea y tienen dos
hijos. El matrimonio y sus hijos se establecen en la ciudad de Corinto. Con el tiempo, Jasón se
enamora de la joven hija del rey de Corinto, Creonte (coincide su nombre con el del regente de
Tebas de la tragedia Antígona, pero son personajes distintos), se promete con ella y repudia, es
decir, rechaza, a Medea como su esposa y la abandona.

A PARTIR DE AQUÍ COMIENZA LA TRAGEDIA MEDEA
La nodriza de los hijos de Jasón y Medea está preocupada porque ve a Medea en un estado de
ansiedad, nervios, tristeza y mal carácter muy agudizado. Tiene miedo de que planee algo malo,
aunque no está segura de qué puede ser. Esta preocupación la comparte con el pedagogo de los
niños, a quien pide que aleje en lo posible a los hijos de su madre.
Medea compadece ante el coro de mujeres corintias y lamenta que el hombre por el que ella dejó su
hogar, su tierra y su familia la haya traicionado.
El rey Creonte se presenta a Medea y le ordena que abandone la tierra de Corinto, que salga como
desterrada. Antígona le suplica que la deje allí algún día más para poder preparar su marcha. Jasón
también va a hablar con Medea y se produce una fortísima discusión entre ellos. Entonces Medea,
para vengarse de Jasón, planea matar a la hija de Creonte, la princesa con la que se va a casar Jasón
y, después, matar a sus hijos, para que Jasón no pueda quedarse con ellos y para no sufrir ella la
vergüenza de su repudio y su destierro. Así, llama de nuevo a Jasón y con palabras dulces pero
falsas le hace creer que ella acepta su destino y que le parece su boda con la hija del rey. Jasón se
marcha tranquilo. Medea prepara entonces una pócima mortal con la que impregna un vestido como
regalo para la princesa y envía a sus propios hijos a que se lo lleven. Inicialmente, la princesa
desconfía del regalo, pero cuando se pone el vestido, éste se le adhiere a la piel y el veneno le
quema la carne como un ácido, muriendo la joven entre terribles dolores. Su padre, al ver a su hija
agonizando la abraza desconsolado y, entonces, el vestido se pega también al cuerpo de Creonte
provocando en él el mismo efecto anterior y ocasionándole la muerte en una fuerte agonía. Cuando
Jasón de entera de lo que ha pasado, corre a pedir explicaciones a Medea, pero la mujer, en
presencia de Jasón, asesina con un cuchillo a sus hijos, huyendo de Corinto en un carro tirado por
caballos alados.

Resumen del resumen:

1. La nodriza previene al pedagogo de los hijos de Jasón y de Medea del estado de ansiedad de
su ama y le aconseja que aparte en lo posible a los hijos de su madre, pues teme que les haga
algún daño.

2. Creonte, rey de Corinto, destierra a Medea, pues Jasón va a casarse con su hija. Medea
consigue que Creonte le permita quedarse en Corinto un día más.

3. Medea y Jasón discuten porque él la ha abandonado para casarse con una mujer más joven.

4. Medea planea su venganza: matará a la hija de Creonte, matará a sus hijos y huirá de
Corinto.
5. Medea llama a Jasón y lo engaña para que se quede tranquilo.

6. Medea envía a sus hijos con un regalo para la princesa: un vestido impregnado con un
veneno mortal.

7. La princesa muere al ponerse el vestido. Creonte también muere al intentar ayudar a su hija.

8. Jasón va en busca de Medea que asesina a sus hijos y huye de Corinto.